Si bien no podemos cortar en kendo, el movimiento de la espada debe ser el mismo como si cortáramos con una katana. Es difícil hacerlo, ya que no contamos con la sensación real del corte, y el kendo actual, busca hacer ataques con movimientos pequeños y rápidos. Sin embargo, esto no disminuye el hecho de que el corte sigue siendo un corte. Un corte con una katana, siendo utilizado como un shinai, puede llegar a hacer bastante daño.
Ahora bien, un golpe, es simplemente eso. Es una acción que causa un daño que puede o no ser letal. En Kendo aprendemos a combatir bajo los principios de la katana. Simplemente no se puede evitar considerar al shinai como una espada real. El golpe, carece de técnica y muchas veces de precisión. El golpe busca hacer daño y normalmente es consecuencia de una mala instrucción o de las propias frustraciones de quien lo ejecuta. Una gran diferencia entre el golpe y el corte en kendo, yace en la intención de la persona que lo ejecuta. Cuando se tiene conciencia de lo que se hace antes, durante y después de un ataque, considerando al shinai como una katana y arrojando todo el espíritu, con completa sinceridad y entrega, sin importar el resultado, el ataque será un corte. Cuando se busca ganar por velocidad, fuerza y ego, sin sinceridad y con miedo a la derrota, el ataque será un golpe.
Quizás esta sea la razón por la cual, aparte de cumplir lo básico para un yuko-datotsu (ataque válido), los ataques que alguien realiza en una competencia no se convierten en ippon (punto válido). De igual manera, durante el keiko normal en los entrenamientos, esta es la razón por la cual nuestros sensei aceptan o no como válidos nuestros ataques. A diferencia del golpe, un corte bien ejecutado no solo llega al nivel físico. Traspasa el mismo, y llega al corazón del oponente. Un corte genuino no se puede emular con un golpe. Al final, creo que la clave está en la repetición de las técnicas, tomando verdadera conciencia del uso del shinai como espada, y entregando todo el espíritu en cada movimiento, sin miedo a perder o con ansias de ganar. Realizar el ataque con todo nuestro ser en forma sincera y sin miedo al resultado final. Dar lo mejor de nosotros, siempre, en cada acción.
¿Estás golpeando o cortando?
Escrito por: José Vargas
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